AVVENIMENTI
CONVOCATORIA A LA CELEBRACION MUNDIAL DEL 80º ANIVERSARIO DEL
NACIMIENTO DEL COMANDANTE ERNESTO “CHE” GUEVARA
1928 – 14 de Junio – 2008
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Desde la ciudad de Rosario, Cuna de la Bandera, símbolo de los
argentinos, convocamos a los trabajadores y a los estudiantes, a los
intelectuales y a quienes labran la tierra, a las mujeres y a los
hombres, a los jóvenes y a quienes conservan la juventud del
corazón, a los pueblos de todos los continentes, a conmemorar los
ochenta años del nacimiento del Comandante Ernesto “Che” Guevara,
ejemplo de entrega en procura de una vida digna para todos y cada
uno de quienes habitamos este planeta, amenazado cada vez más por un
imperio con ética de barro, moral de mercado y puño de hierro.
Invitamos a conmemorar la llegada a la vida de Ernesto Guevara en su
ciudad natal. Sabemos que su paso por Rosario fue fugaz, sabemos
también que el joven Guevara siempre se sintió orgulloso de su lugar
de origen, quizás porque conocía que esta ciudad fue una de las
pioneras del país y de nuestra Latinoamérica en salir a las calles
—el 1º de mayo de 1890— en oportunidad de la primera celebración
mundial del Día Internacional de los Trabajadores.
Ese día, un verdadero capricho de la historia, los trabajadores de
Rosario se concentraron en la esquina de las calles Entre Ríos y
Urquiza, el mismo sitio donde 38 años después viniera al mundo el
pequeño Ernesto.
También sabía el joven Ernesto que esta ciudad y su zona agraria, se
constituyeron —a principios del siglo XX— en el eje de las acciones
campesinas, cuya máxima expresión fue el Grito de Alcorta, arquetipo
de lucha de los desposeídos de tierras. Años después, en las calles
de esta ciudad, murió asesinado Francisco Netri, fundador de la
Federación Agraria Argentina, a manos de un mercenario de los
terratenientes. Cuando Ernesto contaba con 22 años, los obreros
ferroviarios de los talleres de Pérez, marcharon masivamente hacia
Rosario para oponerse a la participación argentina en la guerra de
Corea. La movilización de los trabajadores logró su objetivo, ningún
soldado argentino marchó a engrosar las fuerzas de imperialismo. En
los años setenta el Comandante Guevara ya no estaba entre nosotros.
Por entonces, la ciudad de su nacimiento gestó dos enormes
estallidos contra la dictadura gobernante. Su figura estuvo en las
barricadas. El pueblo los llamó “Rosariazos” y aún están en la
memoria colectiva como símbolo de la dignidad popular.
Más recientemente, el 19 y 20 de diciembre de 2001, el «Che» salió
con su pueblo nuevamente a las calles de la Argentina. Estuvo junto
a quienes pronunciaron un no rotundo al neoliberalismo. Un verdadero
punto de inflexión que hizo tambalear los planes de las clases
dominantes. Es, desde esta historia, que convocamos a celebrar el
nacimiento de Ernesto Guevara.
“Tan hermanos nuestros
—decía el «Che» en su «Mensaje a los argentinos», pronunciado el 25
de Mayo de 1962—, tan hermanos en nuestro destino son los pueblos de
América en este momento, como son los pueblos de Asia o del Africa,
tan hermanos nos sentimos nosotros en este momento del pueblo de
Venezuela, de Paraguay o del Perú, o del pueblo de Argentina, como
de los pueblos de Argelia que obtienen su independencia, de los
pueblos de Vietnam o de Laos, que todos los días perecen por obtener
la independencia”.
“Todo es parte de una sola lucha —prosigue el Comandante—, y es
verdad cuando el imperialismo lo llama con un denominador común,
porque aún cuando las ideologías cambien, aún cuando uno se
reconozca comunista, socialista, peronista o de cualquier otra
ideología política en determinado país, sólo caben dos posiciones en
la historia: o se está a favor de los monopolios, o se está en
contra de los monopolios. Y todos los que están en contra de los
monopolios, a todos ellos se les puede aplicar un denominador común.
En eso los norteamericanos tienen razón. Todos los que luchamos por
la liberación de nuestros pueblos luchamos al mismo tiempo, aunque a
veces no lo sepamos, por el aniquilamiento del
imperialismo. Y todos somos aliados, aunque a veces no lo sepamos,
aunque a veces nuestras propias fuerzas las dividamos en querellas
internas, aunque a veces por discusiones estériles dejamos de hacer
el frente necesario para luchar contra el imperialismo. Pero todos,
todos los que luchamos honestamente por la liberación de nuestras
respectivas patrias, somos enemigos directos del imperialismo”,
agrega el «Che». Éste es el espíritu que nos une al hacer esta
convocatoria internacional. El espíritu de la unidad en la
diversidad, a partir del reconocimiento del enemigo principal, ya no
solo de los pueblos, sino —a esta altura de la barbarie del imperio—
de la naturaleza y de la humanidad en su conjunto.
Al
invitarlos a la Argentina y en particular a Rosario, estamos
concientes de los nuevos vientos que corren por el continente
americano. A la perversa ola neoliberal que azotó —y en muchos casos
sigue azotando— a nuestro continente, la está sucediendo una cada
vez más creciente ola de los pueblos en pos de una sociedad más
justa, de una distribución equitativa de las riquezas, del respeto a
las diversidades culturales, donde el hombre no sea más el lobo del
hombre.
Con clarividencia, el
Comandante Guevara anticipaba en el “Mensaje a los argentinos” lo
que hoy está ocurriendo en nuestras tierras: “Son las nuevas
condiciones de América, condiciones que han ido madurando a través
del tiempo, que han ido consolidando esta nueva Era en que vivimos,
este nuevo momento histórico del cual Cuba tiene la gloria especial
de ser el iniciador en América”. Es por ello que esta celebración de
su nacimiento, es también una expresión de solidaridad con la
Revolución Cubana que, con infinita dignidad, dio continuidad a las
luchas independentistas encabezadas por San Martín, Bolívar,
Artigas, Martí y tantos otros héroes que ofrendaron su intelecto y
sus vidas en este combate que hoy reverdece en cada rincón de
nuestra Latinoamérica.
El «Che» dijo también
—aquel 25 de mayo de 1962—, comparando el presente con los procesos
revolucionarios del siglo XIX, “…la Revolución Cubana hoy ha sido
igualmente, no el único grito, ni siquiera el primero, ha habido en
esta época gloriosas revoluciones que han tratado de dar el paso que
hoy dio la Revolución Cubana, pero todavía no estaban todas las
condiciones dadas y los gobiernos surgidos de movimientos populares
fueron derrocados. El caso más avanzado, más patético —concluye—, es
el de la Guatemala de Arbenz, que fue destrozada por los monopolios
norteamericanos”. En el amanecer de este siglo XXI, han
comenzado a conjugarse en algunos países las condiciones objetivas
para iniciar los cambios profundos necesarios y urgentes, con saltos
importantes en la subjetividad de las masas populares. Es así que
hoy asistimos a los procesos emancipadores de Venezuela, Bolivia,
Ecuador, Nicaragua y en cierta medida de Haití, a pesar de la
ocupación que padece. También, a su modo, destacan ciertas actitudes
independientes de los países fundadores del MERCOSUR. Uno de los
momentos culminantes de esta nueva situación fueron los funerales
del ALCA en Mar del Plata, en noviembre de 2005. Pero el
imperio sabe lamer sus heridas y regresar con nuevos bríos. Los
Tratados de “Libre” Comercio y —más recientemente— las negociaciones
por los biocombustibles son las nuevas armas con las que acechan y
pretenden profundizar la dependencia y la división de nuestros
pueblos. Es por todo esto que hacemos nuestras, aquellas palabras
pronunciadas por Fidel al recibir los restos del guerrillero heroico
en el mausoleo de Santa Clara: "el «Che» está librando y ganando más
batallas que nunca. ¡Gracias «Che», por tu historia, tu vida, tu
ejemplo! ¡Gracias por venir a reforzarnos en esta difícil lucha que
estamos librando hoy para salvar las ideas por las cuales tanto
luchaste, para salvar la Revolución, la patria y las conquistas del
socialismo, que es parte realizada de los grandes sueños que
albergaste!" El 14 de junio de 2008, todas las mujeres y todos los
hombres del mundo que pugnan contra el imperialismo, están invitados
a venir a Rosario para participar de un multitudinario encuentro,
destinado a celebrar los ochenta años del nacimiento del Comandante
Ernesto «Che» Guevara.
Querido Comandante, ese
día nos encontraremos en el sitio donde naciste por primera vez, el
mismo que eligieron las obreras y los obreros de Rosario para la
celebración inaugural del Día Internacional de los Trabajadores,
allá por 1890.
Querido Comandante,
junto a la voluntad indoblegable de quienes bregan por la
emancipación de los pueblos, sabemos que seguirás naciendo una y
todas las veces que sea necesario.
¡Hasta la victoria
siempre!
Rosario, República Argentina, 14 de junio de 2007.
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