“Me siento
bien de salud, pero debo reconocer que tengo muchos años y de que la
vida del ser humano es sólo un paseo, no muy largo, por el mundo”, me
dijo Giustino Di Celmo apenas se inició nuestra conversación en la
acogedora sala de su apartamento habanero, dispuesto igual que cinco
años atrás, cuando allí mismo confirmó que se quedaría en Cuba porque
quería ver algún día sentados en el banquillo de los acusados a los
asesinos de su hijo Fabio.
Un nuevo escenario se ha abierto en las esperanzas de Di Celmo para que su aspiración se haga realidad, tras la detención, en julio último, del terrorista de origen salvadoreño Francisco Chávez Abarca, arrestado en el aeropuerto de Maiquetía cuando intentaba entrar a Venezuela con un pasaporte falso. “Mi abuela me enseñó que quien hace el mal tarde o temprano tiene que pagarlo”, comenta como para sí este hombre nonagenario, participante en la Segunda Guerra Mundial y consciente de los horrores del fascismo.
Chávez Abarca es “uno de los más grandes terroristas, responsable directo, por indicaciones de Luis Posada Carriles, de la bomba que pusieron en 1997 en los hoteles de La Habana, adonde fue víctima mi hijo menor Fabio, de apenas 32 años”, recalca Giustino.
“La primera cosa que me vino a la cabeza después de la captura en Venezuela de este terrorista —dice— es que él puede aportar información de gran importancia sobre quién financia y da órdenes para sembrar el terror”.
“De hecho, comentó, Abarca, requerido por INTERPOL Cuba, antes de salir de la capital venezolana admitió que fue mandado allá a hacer sabotajes, crear el caos de cara a las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre pasado en ese país”.
Han transcurrido 13 años desde aquel 4 de septiembre de 1997. ¿Cómo fue que Giustino Di Celmo recibió la infausta noticia? En realidad yo tenía que estar allá en el lobby del Copacabana porque Fabio había invitado a un matrimonio amigo suyo y cuando volvimos al hotel eran cerca de las 11:30 o quizás las 11:45 de la mañana. En el umbral de mi habitación le pregunté a Fabio si nos veíamos al mediodía. Él me respondió ‘no nos veremos porque viene Francesca que tiene que regresar a Italia y yo los invité a almorzar’, pero él no me llamó.
Cuando explotó la bomba en el lobby yo la sentí en mi cuarto. Yo creía que había explotado algo en la cocina. Me avisaron cuando ya Fabio estaba muerto. Él falleció casi instantáneamente…
Por eso días conocí mucho la solidaridad humana de los cubanos y desde ese momento pensé que la única manera para poder sobrevivir a esto era quedarme aquí y luchar, y es lo que estoy haciendo. Es lo que haré el poco tiempo que me queda de vida.
¿Se habla el nexo entre Chávez Abarca y Posada Carriles, podría hacer algún comentario al respecto?
El gobierno venezolano ha estado pidiendo la extradición de Luis Posada Carriles hace cinco años y la administración de Estados Unidos lo ha ignorado constantemente, aunque existe una tratado entre los dos países que data de 1922, el cual está en ejecución, es válido a todos los efectos. EE.UU. no ha querido enjuiciar a Posada por terrorista, en realidad él está protegido de la ley norteamericana.
El arresto de Chávez Abarca y sus declaraciones son una prueba más en contra de Posada Carriles y a favor del reclamo de Venezuela.
Sin embargo, Posada es apenas “molestado” en territorio estadounidense por problemas migratorios y se sabe que, entre otros crímenes, fue el autor junto a Orlando Bosch de la voladura de un avión civil cubano en 1976 cerca de Barbados, donde perecieron 73 personas.
Entonces, ¿usted tiene la esperanza de que también Posada sea llevado pronto al banquillo por terrorista?
Yo te repito, la justicia tarda pero llega. Tarde o temprano el que hace daño lo paga.
¿Lo anima la venganza?
Jamás he pedido venganza, siempre justicia. La venganza es de cobardes. Yo pienso en las más de tres mil víctimas del terrorismo practicado contra Cuba durante más de 50 años.
Todos los desaparecidos por el terrorismo en América Latina. Yo me casé en Argentina y conozco muy bien la historia de este continente, donde todavía existe. La opinión pública sabe quiénes son los responsables directos. Y es en nombre de todas las víctimas del terrorismo por lo que pido justicia.
“El terrorismo tiene que desaparecer”, subraya y lamenta cómo se estimula en los países capitalistas actualmente la violencia desde edades tempranas. “Se enseñan video juegos terribles sobre cómo aprender a matar seres humanos. Enseñan a los niños disfrutar viendo la sangre, la gente calcinada, los cadáveres…”
¿Considera que el mundo tiene una oportunidad todavía?
Creo que sí, pero depende de nosotros. Pienso también que el sistema capitalista no está más apto para dominar el mundo. El único grito de hoy es cambiar este sistema. Llamémoslo socialismo del Siglo XXI o Comunismo chino, como queramos pero tenemos que eliminar el capitalismo.
¿Qué criterio le merece la actual administración estadounidense, encabezada por Barack Obama?
Cuando ganó Barack Obama la presidencia de Estados Unidos estábamos esperanzados con que se produciría un cambio en ese país, pero no cambió nada. Me parece que le mundo va en la dirección equivocada. Se anuncia una guerra nuclear y Obama debe impedirlo.
Fidel (Castro) tiene razón: si no se persuade a Obama podría provocarse la destrucción de la humanidad. No tenemos más tiempo. Si durante la Segunda Guerra Mundial fueron 60 millones los muertos, ahora nadie contaría las víctimas, las víctimas serían casi todos los habitantes del planeta.